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Pesimistas perspectivas electorales

Lío convergente

Detalle de un acto de Junts per Catalunya

Las consecuencias del fiasco del proyecto independentista en octubre de 2017 siguen sin ser adecuadamente asumidas por el conjunto del mundo ex convergente, que está completamente dividido. Tres organizaciones se enfrentan en estos momentos por el control de este espacio político, en una pelea interna que, según fuentes de algunos de los sectores enfrentados, tendrá un impacto muy negativo sobre el futuro del catalanismo.

El problema procede, básicamente, de los intentos de Puigdemont de liquidar políticamente a los sectores moderados de la antigua Convergència, que sobreviven en el PDECat. Así, creó Junts per Catalunya (JxC) con el objetivo de que se comiera al PDECat. Sin embargo, encontró más resistencia de la prevista y sus planes fracasaron, en parte, por las maniobras de Artur Mas, que quiere mantenerse activo en la política catalana.

Después, Puigdemont organizó la Crida Nacional per la República, para aglutinar a todo el espacio ex convergente. Y tampoco pudo conseguirlo. Ahora, grupos radicales y moderados se enfrentan en el interior del PDECat y de JxC, dado que la Crida parece haber quedado marginada. En estas luchas internas tienen un gran protagonismo las pugnas por conseguir el control del ámbito ex convergente y de las candidaturas para las próximas elecciones. Las encuestas son, por ahora, muy negativas para estos sectores.

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